Fragmentos literarios VI

Es algo hermoso esto de la autosatisfacción, la falta de preocupaciones, estos días llevaderos, a ras de tierra, en los que no se atreven a gritar ni el dolor ni el placer, donde todo no hace sino susurrar y andar de puntillas. Ahora bien, conmigo se da el caso, por desgracia, de que yo no soporto con facilidad precisamente esta semi satisfacción, que al poco tiempo me resulta intolerablemente odiosa y repugnante, y tengo que refugiarme desesperado en otras temperaturas, a ser posible por la senda de los placeres y también por necesidad por el camino de los dolores.


[...]Alguna vez me buscaba ella o iba a verla yo, y como los dos somos personas solitarias y dificultosas, afines en algún punto del alma y en la enfermedad espiritual, se conservaba a pesar de todo una relación entre ambos. Pero ¿no respiraría ella quizás y no se sentiría bien aligerada cuando supiera la noticia de mi muerte? No lo sabía, como tampoco sabía nada acerca de la autenticidad de mis propios sentimientos. Hay que vivir dentro de lo normal y de lo posible para poder saber algo acerca de estas cosas.[...]

[...]Comprendí que yo ahora era el lindo y ardiente jovenzuelo, al que sabía visto correr poco antes hacia la puerta del amor, que yo ahora dejaba vivir y crecer a este trozo de mi persona, a este pedazo de mi naturaleza y de mi vida, que sólo llenaba una décima, una milésima parte de ella, libre de todas las otras figuras de mi yo, no turbado por el pensador, no martirizado por el lobo estepario, sin cohibir por el poeta, por el soñador, por el moralista. No; ahora no era yo sino amador, no respiraba ninguna otra ventura ni ninguna otra pena que la del amor.[...]


Fragmentos de
"Lobo Estepario"
Hermann Hesse 1927
Entrada publicada por SYD708 el miércoles, 3 de noviembre de 2010 .
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2 comentarios :

Tatana dijo... | 4 de noviembre de 2010, 15:49

El lobo estepario lo lei con 16 o 18 años y si bien es vedad q me gusto mucho en su momento, lo cierto es q me acuerdo bien poco de el.
No descarto la idea de releerlo

besos

Neblina dijo... | 4 de noviembre de 2010, 18:21

Lo tengo descargado desde hace mucho, al leer la frase que cito Daniela en tu relato me entraron ganas de leerlo.