Muchacha Transeúnte

Mario Benedetti
 
 
Déjame vivirte, mezclarme con la sangre tibia que ruge por tus venas, sentir que a veces, todavía existes … y pasar las noches que decidas quedarte, abrigada en esa sonrisa tuya, que amenazó un tiempo con sentenciarme a cadena perpetua. Y por lo que más quieras, recuérdame como era eso, de sentirse correspondida.
Entrada publicada por SYD708 el miércoles, 24 de julio de 2013 .
Etiquetas:
 

1 comentarios :

Anónimo dijo... | 25 de julio de 2013, 4:19

Syd:
tus escritos a veces salan heridas, a veces me permiten hablarle a mi amor imposible.
Gracias.
Marisol