Intento de prosa en automático

A ojos cerrados tanteo el infinito,
ese que nace al borde de cualquier precipicio.
Todo a mi alrededor guarda un silencio solemne
y en medio de un suspiro detenido,
me abandono en caída libre.
La gravedad abraza mi cuerpo,
protegiendo mi extrema desnudez
y un viento tibio acaricia cada agujero de mi alma,
expulsando los insectos
que han hecho de ella su madriguera.
 
De pronto, en medio de ese abandono embriagador,
mi espina dorsal rompe sus costuras,
gotas de sangre salpican al vacío,
mientras dos enormes alas claro oscuro,
se expanden como un gran acordeón,
emanando un resplandor salvaje que lo inunda todo,
cegando el dolor para siempre…
 
 

¿Habré encontrado por fin el camino hacia la libertad?
 
 
 
Entonces es,
el abrazo protector de mi madre,
la sabiduría que no heredé de mi padre,  
el recuerdo de un gran amor,
la locura de mis sueños,
la pasión de mis demonios,
el llanto incontenible por lo que perdí.
 
Todo se revuelve,
una, dos hasta mil,
armando esa historia,
la mía,
que el tiempo
se encargó de escribir meticulosamente,
sobre mi rostro.
 
Si un día me encuentras,
mira mis ojos,
míralos bien,
ahí encontrarás la verdad,
de esa soñadora canalla,
que fui alguna vez...
 
 


Texto: Syd708
Foto1: N. Marchant
Foto 2: S. Rocha.
Efectos: Syd708
Entrada publicada por SYD708 el jueves, 12 de septiembre de 2013 .
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