EL COLECCIONISTA (2DO PREMIO)

Autor: Syd708



Llevaba varios minutos observando esa colección de curiosas fotografías, cuando el anciano que le había subido antes las maletas, apareció a su lado. Tenía el típico aspecto de alguien que llevara en ese hotel toda la eternidad.

- Señor, vamos a cerrar, son las once
- Oiga Don Fotus, ¿Quiénes son las personas retratadas?
- Huéspedes ilustres que tuvimos alguna vez. Mire usted, este señor larguirucho con el palo de golf y el violín, era Don Golfio Musicalli, solía jugar en el jardín de atrás todos los días a las seis de la mañana y por cada pelota que lograba introducir en el hoyo al primer intento, cogía el violín y tocaba la sonata en do Mayor de Mozart. Y esta señora estirada y de gafas con los tres perritos calvos, era doña Canina Senza Luce. Convirtió su vida en un juego del destino.
- ¿Del destino?
- Verá, cada animalillo la tiraba hacia lados opuestos, obligándola a escoger entre tres posibilidades. Cada día, le deparaba algo diferente. Hasta que el “destino” la llevó a la pobre, a terminar aplastada por un tractor.

Tenía intención de seguir con su interrogatorio cuando sintió que el estómago se le retorcía, obligándolo a retirarse rápidamente hacia su habitación. Una hora más tarde, escuchó que una pareja se detenía frente a su puerta.

-¿Que apesta?
- Parece que algún desagüe se hubiera roto
- Que asco ¡Por dios!!

Avergonzado, optó por dejar abiertas las puertas del balcón y meterse en la cama cubriéndose hasta la cabeza. Lo había intentado todo, pastillas, infusiones, acupuntura, magia negra, blanca, gris pero nada le había funcionado. Estas, eran las primeras vacaciones que se había animado a tomar en años. A la mañana siguiente, cuando terminaba de vestirse, escuchó que la gente se seguía quejando por la pestilencia impregnada en el pasillo. Debido a ello, esa noche regresó al hotel bastante tarde y logró escabullirse hasta su habitación sin ser visto. Casi no pudo dormir, de tanto aguantarse. Por la mañana, su estómago lucía tremendamente hinchado. Con esfuerzo, se puso el traje y decidió abandonar el hotel cuanto antes, en busca de algún hueco donde descargarse a sus anchas. Sin embargo, al llegar hasta el ascensor se encontró con que estaba averiado.

Tras buscar desesperadamente la escalera, vió finalmente un cartelillo que indicaba azotea. Abrió la puerta y salió a toda prisa, casi embistiendo a Don Fotus, quien fumaba tranquilamente apoyado en uno de los muros. Esta vez la llamada de la naturaleza prevaleció ante cualquier atisbo de vergüenza y subiéndose sobre uno de los parapetos del borde, finalmente descargó. No sin antes comprobar la dirección del viento. Un grupo de palomas apostadas unos metros más allá, alzaron el vuelo despavoridas. Ese mismo día se marchó y no se le vió más por el Hotel ni por ningún otro.



- Señor Sonámbulis, es hora de cerrar
- Oiga Don Fotus, ¿Y este? ¿Un suicida?
- No precisamente. Se llamaba Umo Gásseo y sus pedos eran mortales
Entrada publicada por SYD708 el miércoles, 24 de junio de 2009 .
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3 comentarios :

Anónimo dijo... | 24 de junio de 2009, 5:08

Que imaginacion Syd, te felicito! Es que es mirar la foto, leer el relato y darse cuenta que el segundo es casi una lectura literal de la imagen!

Para este no tenia el espiritu para escribir nada, pero espero que para la proxima edicion puede compartir dentro de este casi juego al "cadaver exquisito".

ciao!!! LiSA

Anónimo dijo... | 24 de junio de 2009, 15:19

Enhorabuena por el premio. Espero que no sólo sea el principio de los que están por venir. Es un auténtico lujo seguir leyéndola.
Magia.
(Alias Mont Blanc).

lucia dijo... | 25 de junio de 2009, 8:23

Syd enhorabuena, aunque te camuflaras en pseudónimo, me alegro haberte podido reconocer en tu fino sentido del humor .

Cuando lo leí la primera vez no solo me encantó si no que me eché unas buenas risas, y me dije: ésta es SYD, sí o sí, jajajajjaja.

Nuevamente FELICITACIONES y un saludo .