VODEVIL

Nota:

Este es un texto que acabo de encontrar perdido entre mis archivos. Fue uno de los primeros ejercicios de mi primer curso de escritura que tomé hace ya más de un año y me pareció una  manera simpática de retomar este espacio que tenía un poco abandonado. El texto tenía que nacer luego de un diálogo que nos dieron y que para no hacérselos muy largo les pongo la ultima parte para empalmar luego con mi texto.

"...

—¡Pues claro que tienes que creerme!
—Pero ¿por qué? ¿Qué me asegura que no me engañas o, incluso, que tú mismo estás
convencido de que me quieres pero en el fondo, sin tú saberlo, no me quieres de
verdad? Bien puede ser que te equivoques. No creo que vayas con mala fe. Creo que
cuando dices que me quieres es porque lo crees. Pero ¿y si te equivocas? ¿Y si lo que
sientes por mí no es amor sino afecto, o algo parecido? ¿Cómo sabes que es amor de
verdad?
—Me aturdes.
—Perdona.
—Yo lo único que sé es que te quiero y tú me desconciertas con tus preguntas. Me
hartas.
—Quizá es que no me quieres...."


   Hasta ese momento había vivido con la convicción de que a esas alturas de mi vida, lo había visto todo,  pero todo eh?. Pero él se encargó enseguida de bajarme de mi palmera. No podía creer como en cuestión de segundos, había enterrado ese aire chulesco y autosuficiente, tan típico de él, para transformarse instantáneamente en el más dócil, romántico y cursi de los hombres que pueblan la villa del señor. Jurándole y perjurándole amor eterno a su consorte. Y mostrando además, ciertas dotes histriónicas que, o le habían brotado de repente o yo no las había querido ver. Pero no fue esa, la única mutación de la tarde. De forma totalmente inesperada, yo había pasado en un par de minutos, de la incomodidad y la adrenalina puras, a algo muy parecido a la desilusión.


   A la esposa era la primera vez que la veía y debo decir que me sorprendí al comprobar que la idea que me había echo de ella, nada tenía que ver con la distinguida señora que apareció ante mis ojos. Una mujer que llevaba estupendamente sus cuarenta y cuatro años. Vestía un traje azul marino y una blusa no sola roja sino pasión absoluta, que hacía juego con el color de sus labios. Eso sin mencionar el sombrero de ala ancha del mismo color, sobre su cabello negro impecablemente recogido. ¡Maravillosa!

   No hacía ni media hora que Aurora “la divina”; como acababa de bautizarla; había aparecido inesperadamente por la casa, entrando en la habitación cuando él terminaba de colocarse rápidamente el albornoz. – Estaba a punto de tomar un baño y he escuchado la puerta- había repuesto él, ante la pregunta de la mujer al verlo desnudo a esas horas de la tarde. A continuación ella, haciendo gala de una elegancia acojonante, le había lanzado sobre la cama un sobre blanco con una carta que sobresalía a medias- ¡Uy! aquí va a haber temita- pensé cuando advertí la cara de Joaquín, blanca como el papel mientras repasaba repetidamente, sus manos por su cabello desordenado. Hacía tiempo, supongo, para encontrar una excusa medianamente creíble. Ella mientras tanto, había encendido un cigarrillo y caminaba nerviosamente por toda la habitación. Hasta para fumar tenía estilo la condenada.

    Después de un pobre speech explicatorio sobre la cartita, la subsecuente declaración amorosa y esa última respuesta de “la divina” que había terminado por agotar la paciencia del guapetón, se hizo un silencio sepulcral. Cuando estaba a punto de sufrir un ataque de nervios ante la idea de quedarnos ahí hasta navidad, “la divina” finalmente abrió la boca. A decir verdad hubiese preferido que no hiciera.


- Joaquín, tienes que entender que después de esto dude de ti

- Te lo acabo de explicar, necesitaba un descanso, por eso dejé los dos últimos semestres

- Pues no entiendo porque no me lo dijiste, además ¿Que hay del dinero que te he estado dando todo este tiempo para pagar esos estudios a los cuales no has asistido?


   Tratando de asimilar aquellas palabras, noté claramente como la sangre me bombeaba con fuerza a la cabeza y la desilusión se transformaba en algo muy distinto mientras que, ante mis ojos, aparecía un total desconocido.


- La verdad es que tengo un amigo muy enfermo Aurora- agregó sentándose al borde de la cama con rostro acongojado- Tiene sida y ni un puto duro para las medicinas ni el tratamiento.

   Lo que sucedió después fue el segundo acto de la comedia, que completamente gratis, me había tocado presenciar. El llorando, apelando a su compasión y dejando a Meryl Streep como una zapatilla a su costado y ella finalmente tragándose el cuento. No sé bien si a consciencia o no. Y yo, con ganas de vomitar ante el evidente cinismo de ese hombre.


Quedaron en salir a comer en cuanto él terminara de bañarse. “La divina” antes de marcharse de la habitación, le preguntó:


- ¿Como se llama ese amigo tuyo?

- ¿Que amigo?

- El que está enfermo

- Ah! si… Pablo… Pablo Mendoza


    Ni bien escuché ese nombre, sentí que iba reventar dentro del minúsculo armario donde me había tenido que meter en pelotas y con mi ropa bajo el brazo hacía ya casi cuarenta y cinco minutos. De un golpe seco abrí la puerta y me apoyé con un brazo contra el muro dejando al descubierto las estupendas joyas de la corona de las que había tenido a bien dotarme papá lindo, obviamente llamando la atención de ambos.

- Estoy realmente conmovido por la exquisita escena que acabo de presenciar. Hola divina- le dije mientras me acercaba a ella y le plantaba un beso en la mejilla- Soy Pablo Mendoza y como podrás ver estoy más saludable que una botella de Evian

- ¿Pero que significa esto Joaquín?- Preguntó la mujer visiblemente aturdida





    Ambos nos quedamos mirándolo, esperando su reacción y de alguna manera, dándole el beneficio de la duda. ¿Es que alguna quedaba a esas alturas? Sin embargo Joaquín permaneció inmóvil, mudo y queriéndome asesinar con la mirada. Dispuesto a no perder más tiempo y sintiendo que se me congelaban las nalgas, aclaré mientras comenzaba a vestirme:

- Significa divina que al guapetón le suda la espalda ¿Me comprendes? - Al ver que no se enteraba de nada agregué- Se le quema el arroz… ¿Tampoco?...Uy me decepcionas pensé que estabas más al día…bueno tesoro mío no me queda más remedio que decírtelo sin pelos en la lengua: tu marido es maricón

- ¡Joaquín! ¿Pero que está diciendo este hombre? – exclamó a punto de perder la elegancia

- La verdad es que estoy sorprendidísimo Joaquincito. A ver… ¿Como era? – imitando su tono de voz- ”Te quiero porque eres diferente de todas las mujeres que he conocido”- Volviéndome hacia ella un instante- Divina cariño, dime una cosa ¿tienes pene?- me volví hacia él de nuevo y volví a imitarlo- “Por ti me dejaría despellejar vivo”…pues creo que vas a tener la oportunidad de demostrarlo mi amor, porque no solo te van a despellejar sino que también te van poner como canicas, no los ojos, ¡nooo!, sino las bolas. Y si no te las pone ella, te las pongo yo. ¿Así que te llevabas mal con tu vieja y arrugada esposa no?, que trabajabas de sol a sombra para poder pagarte los estudios en la universidad, pobrecito que vida tan miserable- Terminé de decirle lanzándole por la cabeza el liguero que me había pedido, usara esa tarde. - Divina cariño, déjame decirte que estás estupenda, me encanta tu look. Cuéntame, ¿Donde compraste este sombrero tan maravilloso

- En…- Sentada en la cama sollozando- en Armani

- Bueno a ver si consigo uno similar en alguno de los mercados de pulgas del centro, porque mira, si en algo no mintió el cacaseno este, es en lo que no tengo ni un duro. En fin, que eres guapísima y este inútil, la tiene pequeñita. Además demora en…- Haciéndole un gesto con el dedo- ya sabes…así que échalo a la basura cariño. Un gusto conocerte.– Caminado hacia la puerta- Ah y por si ha quedado alguna duda…No divina, él no te quiere.
Entrada publicada por SYD708 el domingo, 20 de marzo de 2011 .
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3 comentarios :

dsdmona dijo... | 20 de marzo de 2011, 18:49

Jajaja... muy bueno...

D.

PD: Así me gusta ya sólo queda una por actualizar!!!Me gusta este poder!!! ;)

Sand78 dijo... | 23 de marzo de 2011, 22:57

Que bueno volver a verte por aquí y encima me eché unas risitas con la historia,jajaja.

Magia dijo... | 25 de marzo de 2011, 21:57

Muy divertida la historia y muy original la forma de contarla. Gracias por compartirla. Un saludo.