Mario Benedetti
Déjame vivirte, mezclarme con la sangre tibia que ruge por tus venas,
sentir que a veces, todavía existes …
y pasar las noches que decidas quedarte,
abrigada en esa sonrisa tuya, que amenazó un tiempo con sentenciarme a cadena perpetua.
Y por lo que más quieras,
recuérdame como era
eso, de sentirse correspondida.
1 comentarios :
Syd:
tus escritos a veces salan heridas, a veces me permiten hablarle a mi amor imposible.
Gracias.
Marisol
Publicar un comentario